Recuperamos Ubik, un clásico de la ciencia ficción, en nuestra colección Esenciales Minotauro.
Glen Runciter está muerto. ¿O lo están todos los demás? Lo que es seguro es que alguien ha muerto en una explosión organizada por los competidores de Runciter. De hecho, sus empleados asisten a un funeral. Pero durante el duelo comienzan a recibir mensajes desconcertantes, e incluso morbosos, de su jefe. Y el mundo a su alrededor comienza a desmoronarse de un modo que sugiere que a ellos tampoco les queda mucho tiempo.
Esta mordaz comedia metafísica de muerte y salvación (que podrá llevar en un cómodo envase) es un tour de force de amenaza paranoica y comedia absurda, en el cual los muertos ofrecen consejos comerciales, compran su siguiente reencarnación y corren el riesgo continuo de volver a morir.
Philip K. Dick
Autor estadounidense, Philip K. Dick estudió algunos años en la Universidad de Berkeley, aunque tras cursar varias asignaturas no llegó a licenciarse. Allí fue donde Dick se aficionó a la música y la radio, descubriendo el ambiente contracultural americano, en aquellos años dominado por el movimiento beat, escribiendo sus primeros relatos.
De hecho, Dick es muy conocido por su maestría dentro del campo del relato de ciencia ficción, donde plasmó gran parte de sus inquietudes y obsesiones. Además, fue autor de varias novelas de gran importancia dentro del género en los años 70, como Sueñan los androides con ovejas eléctricas —que fue llevada al cine con el título de Blade Runner—, Una mirada a la oscuridad, Paycheck, Ubik o Fluyan mis lágrimas, dijo el policía.
Pese a haber ganado el Premio Hugo en 1963, Dick fue considerado en vida como un autor de culto y poco conocido para el gran público. Sus obras no le permitieron una independencia económica solvente pese a los más de 120 relatos que llegó a publicar. Contó con el apoyo y reconocimiento de la mayoría de autores de género de ciencia ficción de su época. Hoy en día es considerado como uno de los escritores del siglo XX más adaptados al cine y la televisión.
La última parte de su obra escrita estuvo muy influida por una serie de visiones que, unidos a ciertos problemas psicológicos, le hicieron creer que estaba en contacto con una entidad divina. En sus últimos años, Dick mostró síntomas de una paranoia aguda, obsesión que se ve también reflejada en obras como Una mirada a la oscuridad.
Philip K. Dick murió el 2 de marzo de 1982 en Santa Ana.
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Temáticas:
Libro, Ficción, Novela, Ciencia Ficción, Comedia, Sátira